WPC\ 2B RV^ Z!|xRoman 10cpi\7xxx Vx\  @ X@Epson LX-850EPLX850.PRSx  @X$4cX@2 @BZ+SUSES .,,. 3'3'Estndar6&6&EstndarEPLX850.PRSx  +S П aEL PROGRAMA LUNAR (19601974) - aLA OTRA CARA DE LA CARRERA ESPACIAL uaManuel Montes Palacio A mediados de nuestro siglo, s;lo dos campeones de ideolog1a opuesta pose1an los recursos precisos para adentrarse en este nuevo y vasto territorio que es el Cosmos. Prestigio, poder1o militar y supremac1a ideol;gica, empapar1an el relato de las misiones que se realizaron durante este per1odo, el inicio de la denominada "Carrera Espacial". Es suficientemente conocida la epopeya americana, as1 que este trabajo, realizado con motivo del 25 aniversario de la llegada del Hombre a la Luna, relata los hechos desde la perspectiva sovi)tica. EL INICIO DEL PROGRAMA ESPACIAL La 2 Guerra Mundial tuvo su colof;n en la apoteosis de las bombas at;micas americanas. Pronto las tendr1an tambi)n los sovi)ticos, pero con los EE.UU. como nuevo antagonista, no era fcil construir aviones que alcanzasen con su carga letal la lejana tierra del enemigo. Estos, con aliados en Europa, ten1an a MoscC dentro del radio de acci;n de sus bombarderos. Stalin, informado de las posibilidades de los cohetes, orden; entonces el desarrollo de misiles capaces de saltar de un continente a otro transportando ojivas nucleares. Acababa de nacer el misil bal1stico ICBM. Al frente de esta mastod;ntica empresa estar1a Sergei Korolev, el hom;logo sovi)tico de von Braun (ingeniero alemn asimilado por los estadounidenses, padre del misil V2), que tras innumerables peripecias pol1ticas, prisi;n y persecuci;n, acord; colaborar con el Gobierno en aquello que ms deseaba: la construcci;n de un cohete que aunque pensado para una tarea ms oscura, ser1a capaz de alcanzar el espacio. Los americanos, ms avanzados t)cnicamente, se dedicaron a la miniaturizaci;n de sus mecanismos nucleares para facilitar su transporte a bordo de los bombarderos. Korolev no ten1a esa ventaja. Las bombas sovi)ticas eran pesadas y muy grandes. El dise9o de un misil ICBM parec1a pues tarea complicada. De hecho, los motores disponibles ms potentes eran meras modificaciones del que fuera usado en la V2. El ICBM de Korolev, bautizado como R7, tuvo entonces que agrupar una buena cantidad de dichos motores en su base para que fuera capaz de acelerar su pesada carga termonuclear. El 26 de agosto de 1957, los sovi)ticos anunciaban la posesi;n de un ICBM operativo. Su enorme potencia, consecuencia de sus poco sofisticadas bombas nucleares, lo convert1a adems en un magn1fico lanzador espacial. Von Braun hab1a propuesto desde mediados de los a9os 50 el lanzamiento de un sat)lite artificial. La respuesta fue siempre negativa, pero en 1957 daba inicio el A9o Geof1sico Internacional y se decidi; que hab1a llegado el momento para tal empresa. Por desgracia, el proyecto Orbiter de von Braun, que usaba sistemas ya disponibles (el Redstone) fue rechazado en favor de un nuevo cohete llamado Vanguard. En la Uni;n Sovi)tica, Korolev crey; llegada su ocasi;n. El R7 era capaz de lanzar un sat)lite mucho ms grande que el Vanguard e incluso antes que los EE.UU. Krushchev vio en todo ello un gran valor pol1tico y dio luz verde al proyecto. De,p-p-p- esta forma, el 4 de octubre de 1957, sorprendiendo a todo el mundo con su entrecortado bipbip, el Sputnik1 hollaba el espacio. Y AHORA LA LUNA El intento de respuesta americano acab; en explosi;n, as1 que von Braun fue emplazado para lograr en 3 meses aquello que varios a9os no hab1an conseguido. Su equipo prepar; en un tiempo r)cord a su mejor Redstone, y unido a diversas etapas superiores de combustible s;lido, lo lanz; al espacio. El resultado fue el Explorer1, el primer sat)lite americano. Pero ya los sovi)ticos volv1an a la carga. Gracias a la capacidad de su gigantesco lanzador, pod1an satelizar cargas mucho ms pesadas que su rival. El segundo sat)lite llevar1a un perro a bordo, la famosa Laika, y muy pronto, una versi;n del R7 equipada con una etapa superior, enviar1a las primeras sondas en direcci;n a la Luna. La intensa actividad sovi)tica provoc; una aut)ntica revoluci;n en los EE.UU.: se cre; la NASA en octubre de 1958 y se iniciaron diversos proyectos, incluido uno, el programa Mercury, que preve1a un hombre en el espacio. Evidentemente, tras el viaje de Laika, )sa era tambi)n la intenci;n de la URSS. Para Am)rica, el principal problema reca1a en su inferioridad en el mbito de los cohetes. Por ello, von Braun recibi; el encargo de desarrollar un lanzador que superase esa desventaja. Von Braun dise9; entonces el JunoV, despu)s llamado Saturno, un cohete capaz de poner en ;rbita de 10 a 20 t., veinte veces ms que el ms potente del arsenal americano. El Saturno, as1 como von Braun y todo su equipo, fueron transferidos a la NASA el 16 de marzo de 1960. La naturaleza civil de la NASA implicaba una gran apertura informativa. Por eso, cuando Korolev supo del Saturno, y ante el peligro de que este veh1culo ocupase en el futuro el lugar preponderante que ahora estaba teniendo su R7, decidi; proponer un nuevo cohete capaz de satelizar entre 40 y 50 t. El proyecto original, denominado 11A52, consist1a en un cohete de tres etapas llamado Nositel1 (N1). Al mismo tiempo, Korolev preparaba otro golpe de efecto: el primer cosmonauta. En un principio, hab1a seleccionado una nave semejante a la Mercury americana, maniobrable y capaz de amerizar en el oc)ano, pero Krushchev opinaba que los cosmonautas deb1an aterrizar en "Suelo Patrio", donde no hubiera esp1as observando el regreso de los h)roes de la Uni;n Sovi)tica. Korolev tuvo entonces que dise9ar una cpsula que resistiera el impacto contra el suelo (el cosmonauta saltar1a de la nave antes del aterrizaje). El resultado fue una cpsula poco sofisticada y muy pesada, esf)rica, ideada originariamente como sat)lite esp1a. El programa, denominado Vostok, tuvo sus precursoras en las Korabl, que volaron con robots y perros a bordo para poner a punto el sistema. La NASA supon1a que la URSS se estaba preparando para lanzar a un hombre, pero no sab1a cundo. Por tanto, los vuelos de prueba de las Mercury siguieron su curso. Las dos primeras misiones, que emplear1an cohetes Redstone, ser1an suborbitales, es decir, no alcanzar1an la velocidad necesaria para orbitar la Tierra. Los siguientes vuelos, siempre con un hombre a bordo, usar1an cohetes Atlas, posibilitando ahora s1, alcanzar la ;rbita terrestre.,p-p-p-ԌMientras resolv1a los detalles del lanzamiento del primer cosmonauta, Korolev pensaba en la nave que deber1a sustituir a las Vostok. Por un lado, ide; la VostokZh, una mejora sustancial, y por otro lado, dise9; un concepto nuevo que recibir1a el nombre de Soyuz. Como pr;ximo paso en la ya imparable exploraci;n humana del espacio, Korolev meditaba el viaje a la Luna, y las Soyuz ser1an su caballo de batalla. MISION PARA LAS SOYUZ En 1960, cuando la NASA solicit; propuestas para la configuraci;n de la nave Apolo, el viaje a la Luna era s;lo una idea con pocas posibilidades de ser aprobada. A pesar de todo, la agencia espacial americana quer1a estar preparada. De entre las propuestas recibidas, destacaba la de la compa91a General Electric: la nave consist1a en tres m;dulos unidos entre s1, un m;dulo propulsivo, un m;dulo de descenso y un m;dulo de misi;n. Ser1a necesario un cohete Saturno para su lanzamiento. El concepto no fue finalmente seleccionado pero Korolev s1 se sinti; atra1do por )l. Por eso, la Soyuz de este genio mantiene similitudes con el dise9o americano. Korolev ten1a un cohete operativo, el R7. Se preparaba adems una etapa superior para el lanzamiento de sondas hacia Venus y Marte. Por qu) no utilizar esta combinaci;n para enviar a un hombre en un vuelo alrededor de la Luna? En efecto, los planes del ingeniero jefe contemplaban ya un sistema compuesto por diversos m;dulos, denominados SoyuzA, B y V, que ser1an satelizados de forma independiente y unidos en el espacio. En primer lugar ser1an lanzados el SoyuzB un m;dulo de propulsi;n capaz de alcanzar la velocidad de escape hacia la Luna, y cuatro m;dulos cisterna SoyuzV cargados de combustible. Gracias a sucesivos acoplamientos, el combustible ser1a trasvasado a los dep;sitos del SoyuzB. Verificada esta operaci;n, podr1a lanzarse la SoyuzA con tripulaci;n a bordo. Una vez unida a la etapa SoyuzB, )sta accionar1a sus motores y se dirigir1an hacia nuestro sat)lite. La nave se limitar1a a rodear la Luna, para regresar despu)s a la Tierra. Magn1ficas eran las perspectivas para la URSS. Pero lo primero es lo primero: el 11 de abril de 1961, la CIA obten1a pruebas del inminente lanzamiento de la Vostok1. Kennedy, resignado, encarg; un mensaje de felicitaci;n a su secretario de prensa, Pierre Salinger. Al d1a siguiente, Yuri Gagarin se convert1a en el primer hombre fuera de la Tierra. La prensa y los pol1ticos americanos reaccionaron de forma hist)rica ante la noticia. Gagarin hab1a rodeado la Tierra cuando los planes iniciales de la NASA apenas contemplaban un vuelo suborbital, y las sondas sovi)ticas que hab1an chocado contra la Luna, a 400.000 km de distancia, hab1an usado el mismo misil que podr1a transportar una ojiva nuclear sobre el continente americano. Los "rusos" parec1an claramente destacados en el espacio. Kennedy necesitaba tiempo para la reacci;n, para engrasar la formidable maquinaria tecnol;gica de la naci;n. De acuerdo con sus consejeros, lleg; a la conclusi;n de que un programa como el aterrizaje sobre la Luna ser1a un buen reto para los sovi)ticos. Mientras tanto, el 5 de mayo, el primer americano en abordar una nave espacial era lanzado en un vuelo suborbital. Con esta exigua experiencia, el viaje de 15 minutos de Alan Sheppard, Kennedy tom; su hist;rica decisi;n. En un famoso,p-p-p- discurso celebrado el 25 de mayo de 1961, el Presidente exhortaba a la naci;n a llevar a cabo una de las empresas ms dif1ciles jams emprendidas: el aterrizaje del Hombre en la Luna antes del final de la d)cada. La NASA acept; el reto. Poco se sab1a de c;mo lograr este objetivo, pero eran casi 9 los a9os que restaban y la agencia dispondr1a de todo lo necesario. Mientras, continuar1an los vuelos de las cpsulas Mercury. Por otro lado, eran numerosas las t)cnicas que el programa Apolo necesitar1a desarrollar: el acoplamiento orbital, tripulaciones mCltiples, maniobrabilidad, etc. Para disminuir el riesgo que supon1a pasar de una nave como la Mercury a la sofisticada Apolo, se decidi; crear un proyecto intermedio que sirviera como banco de pruebas. As1 nacer1a el programa Gemini, una Mercury ms grande, preparada para dos tripulantes y equipada con un m;dulo de maniobras. Korolev no ten1a muy claro si los americanos podr1an conseguir su objetivo, pero s1 que la nave Gemini ser1a superior a la Vostok. A mediados de julio de 1961, comunic; sus temores a Krushchev. Este, desechndolos, orden; la realizaci;n de un vuelo de 24 horas. Korolev sab1a que la misi;n era muy arriesgada. No hab1a garant1a de que el retrocohete que permit1a el regreso a la Tierra funcionase tras una estancia tan prolongada en el fr1o espacio. Pero Korolev se vio obligado a obedecer ante el peligro de ser sustituido por Chelomei, un ingeniero que hab1a dirigido el "gulag" en donde hab1a estado recluido tiempo ha. La Vostok2 despeg; el 6 de Agosto de 1961 y permaneci; un d1a completo en el espacio. Titov, su tripulante, regres; en malas condiciones pero vivo. D1as despu)s, se erig1a en Berl1n el famoso muro que pervivir1a durante casi tres d)cadas. Korolev comprendi; entonces: Krushchev necesitaba un contrapeso, una distracci;n ante una maniobra pol1tica de discutible motivaci;n, y lo obtuvo en la Vostok2. Pero para Korolev empezaba una nueva preocupaci;n. El vuelo orbital de John Glenn (25 de febrero de 1962) implicaba que el Congreso americano aprobar1a los fondos necesarios para el programa lunar. La URSS necesitaba otro para no quedarse atrs. De hecho, sab1a que su propuesta de usar el complejo SoyuzA/B/V para circunvalar la Luna, no era la soluci;n ante el majestuoso objetivo del Apolo. Era necesario preparar un nuevo proyecto que incluyese el aterrizaje. Por otro lado, )sta era una opci;n arriesgada y muy costosa, y aCn era pronto para saber si los americanos alcanzar1an su meta. Pareci; entonces conveniente emprender dos programas separados: uno dedicado a la ms sencilla circunnavegaci;n lunar y otro pensado para el aterrizaje. Chelomei se responsabiliz; del primero y Korolev se encarg; del segundo. RIVALIDAD ESPACIAL Chelomei ten1a su propio equipo de ingenieros especializados en propulsi;n, y ya que no acababa de gustarle la propuesta de Korolev mCltiples lanzamientos para lograr un veh1culo en direcci;n a la Luna prefiri; desarrollar un cohete ms potente que el R7 que permitiese lanzar de una sola vez a una nave hacia nuestro sat)lite. Chelomei seleccion; para ello un cohete llamado UR500, el cual servir1a como base del futuro Prot;n. Sobre el UR500K, de tres etapas, se instalar1a un m;dulo de propulsi;n y una cpsula peque9a.,p-p-p-ԌChelomei y su equipo empezar1an a trabajar en este proyecto en agosto de 1964. La nave lunar (LK1), consistir1a en tres m;dulos. Los dos primeros, formando una estructura c;nica, se parec1an mucho a la Gemini, mientras que el tercero ser1a cil1ndrico y estar1a armado con un potente motor y sendos paneles solares. La nave pesar1a unas 17 t. Con un hombre o dos en su interior, el cohete Prot;n la colocar1a en ;rbita alrededor de la Tierra. Despu)s, accionando su motor, se dirigir1a hacia nuestro sat)lite. Chelomei predijo un vuelo hacia 1967, pero en 1965, por falta de presupuesto, el programa LK1 fue cancelado en favor de la nave Soyuz sin m;dulo superior de Korolev. Por su parte, )ste, encargado del aterrizaje lunar, no quiso abandonar el elegante concepto de sus naves Soyuz. Las SoyuzB y V no tendr1an parte en el nuevo proyecto puesto que ser1a preciso un cohete mucho ms potente que el R7 Semyorka. En cambio, la SoyuzA, de unas 7 t. de peso, s1 tendr1a cabida como la nave que albergar1a a los cosmonautas durante el viaje a la Luna. Sin embargo, quedaba aCn una asignatura pendiente: el m;dulo de descenso lunar. En cuanto al cohete lanzador, Korolev pens; en su N1, aunque deber1a duplicar su potencia para la misi;n lunar. Durante los siguientes a9os, el cohete, que en algCn momento habr1a sido bautizado con los nombres "Lenin" y "Kommunism", sufri; diferentes modificaciones para adaptarlo a las nuevas necesidades. Para distinguir cada una de las cargas Ctiles, se emplear1a un sencillo sistema: la Soyuz sin m;dulo superior del vuelo circunlunar se llamar1a L1, la Soyuz completa para el viaje a bordo del N1 se denominar1a L2 (programa YP500), y el m;dulo lunar de descenso recibir1a el nombre de L3. Pero Krushchev ten1a poca paciencia. Quer1a superar a toda costa los objetivos del programa Gemini, entre ellos la cita y acoplamiento espacial. Korolev estaba preocupado por la falta de maniobrabilidad de sus Vostok, por lo que el acoplamiento de dos de estas naves nunca ser1a posible. Sin embargo, el cient1fico sab1a que las Vostok volv1an a pasar sobre el pol1gono de lanzamiento de Baikonur 17 ;rbitas despu)s del despegue. Cronometrando exactamente el tiempo, ser1a posible lanzar otra nave 17 ;rbitas despu)s que la primera. Por un breve espacio de tiempo, ambas pasar1an a muy poca distancia la una de la otra. Con esta intenci;n fueron lanzadas las Vostok3 y 4, el 11 y el 12 de agosto de 1962. Las leyes de la astrodinmica, no la capacidad de maniobra de cada una de ellas, permitieron su acercamiento hasta unos 6 km. La crisis de los misiles en Cuba represent; el inicio del declive de la figura de Krushchev. Para mejorar su imagen, pidi; a Korolev otro ejercicio de propaganda espacial. Este se limit; a repetir la misi;n de las Vostok3 y 4, con una variaci;n: en una de las naves viajar1a una mujer. As1, las Vostok5 y 6 fueron lanzadas el 14 y 16 de junio de 1963. Frente al mundo, las Vostok5 y 6 representaron un triunfo para la URSS. Pero los americanos estaban haciendo progresos en su programa Gemini y Krushchev quer1a ms. Pronto se reunir1a de nuevo con Korolev para ordenarle superar a toda costa la anunciada capacidad de dos tripulantes de la cpsula Gemini. Las Soyuz, con capacidad para tres hombres, no estar1an listas hasta dos a9os despu)s que las Gemini, y no era posible,p-p-p- colocar a tres personas en el interior de la Vostok. Sus asientos eyectables no cab1an de ninguna forma. Feoktistov, un ingeniero, propuso entonces eliminar dichos asientos as1 como los trajes presurizados de los cosmonautas. A cambio, se a9adir1a un retrocohete en la base de la cpsula que amortiguase el aterrizaje. Los cambios propiciaron un nuevo nombre para la nave (Voskhod). A pesar del retrocohete, la misi;n era un suicidio: en caso de fallo durante el lanzamiento, la tripulaci;n no podr1a abandonar la cpsula. Ante el temor de que, adems, nadie se prestase a viajar sin traje espacial, el propio Feoktistov, sin experiencia como cosmonauta, se present; como voluntario. Y as1, junto a Komarov y Yegorov, fue lanzado al espacio el 12 de octubre de 1964. Se us; para ello una nueva versi;n del R7, una equipado con una etapa superior ms potente que la usada en las misiones Vostok. Un d1a despu)s del regreso, Nikita Krushchev era destituido. Con Brezhnev en el poder, Korolev decidi; hacerse cargo tambi)n de la porci;n circunlunar del programa, hasta entonces dirigida por Chelomei. Al mismo tiempo, recomend; al Politbur; el cese de las actividades tripuladas para que todos los recursos fuesen dedicados al programa lunar. Brezhnev conoc1a la inminente llegada de las Gemini y no quer1a tirar por la borda todo el prestigio logrado hasta la fecha. Korolev propuso una alternativa entonces: el primer paseo espacial. A pesar de los cambios pol1ticos, los problemas para Korolev no cesaron: exist1an graves divergencias entre )l, como dise9ador del cohete N1, y Glushko, el dise9ador de los motores de la primera fase. A la saz;n, Korolev tuvo que buscar otro fabricante. Esto producir1a un grave retraso, ms de dos a9os, en la construcci;n del N1. Uno de los objetivos del programa Gemini era la realizaci;n de una o varias salidas. Las Voskhod no pose1an los medios adecuados para efectuar uno de estos paseos. Korolev necesit; por tanto efectuar modificaciones. No era posible despresurizar la nave ya que las reservas de aire necesarias para ello aumentaban de forma intolerable la masa de la cosmonave, as1 que decidi; instalar un compartimiento estanco desplegable en el exterior. Y no hab1a espacio para tres astronautas trajeados, de modo que redujo la tripulaci;n. La Voskhod2 despeg; el 18 de marzo de 1965. Minutos despu)s, el cosmonauta Leonov sal1a al espacio y efectuaba el primer paseo espacial de la Historia. DESAPARECE EL INGENIERO JEFE Con la interrupci;n de los vuelos tras la Voskhod2, siguieron una retah1la de exitosas misiones americanas con la nave Gemini. La peor p)rdida sovi)tica, el liderazgo, acaeci; sin embargo el 14 de enero de 1966. Korolev mor1a en una mesa de operaciones a los 59 a9os, presa de un tumor maligno. El Politbur; situ; en su lugar a Vasily Mishin. Su primera acci;n fue retrasar el lanzamiento del primer vuelo circunlunar hasta 1968, ante la evidencia de que no ser1a posible superar las muchas dificultades t)cnicas antes de esa fecha. Bajo la batuta de Mishin, el programa lunar, en sus dos vertientes, quedaba definitivamente configurado a finales de 1966. Por un lado, el vuelo de circunvalaci;n lunar: el lanzador Prot;n, equipado con tres etapas superiores procedentes del cohete N1 ms una primera dise9ada especialmente por,p-p-p- Chelomei, acelerar1a una nave L1 en direcci;n a la Luna. La rodear1a una vez y regresar1a a la Tierra. Limitaciones de peso s;lo permitir1an el viaje de dos cosmonautas a bordo. Por su parte, la misi;n de aterrizaje era mucho ms compleja. Como en el caso americano, todo giraba alrededor del gran cohete lanzador. El N1 era capaz de satelizar 95 t. en ;rbita baja. Ligeramente c;nico, estaba compuesto por tres etapas bsicas ms otras dos dedicadas a la misi;n lunar. El veh1culo lunar estaba compuesto por varios sistemas o bloques. En primer lugar se hallaba el bloque G, que se usar1a para situar a todo el conjunto en direcci;n a la Luna desde la ;rbita terrestre. Durante el viaje, las correcciones de trayectoria y el frenado en ;rbita lunar se efectuar1an gracias al bloque D. Sobre este bloque se hallaba el m;dulo de aterrizaje (bloque Ye, un ingenio muy sencillo con un compartimiento esf)rico semejante al m;dulo superior de la Soyuz, un motor de ascenso y un tren de aterrizaje). Los bloques D y Ye unidos formaban el veh1culo L3. Encima de la cosmonave L3 se encontraba la Soyuz (L2), formada a su vez por un m;dulo propulsivo (bloque I), una cpsula de descenso donde viajar1a la tripulaci;n de dos hombres, y un m;dulo esf)rico. Mishin decidi; usar una versi;n mejorada del cohete usado durante los vuelos Voskhod el vector Soyuz para lanzar en ;rbita baja los primeros ejemplares de las naves L2/L1. Los avances americanos hac1an imperativo empezar a ensayarlas. De este modo, fue lanzado al espacio el primer ejemplar de cosmonave L1. Sucedi; el 28 de noviembre de 1966, recibiendo el enigmtico nombre de Kosmos133. Recuperada la cpsula se vio que ser1a necesario redise9ar el escudo ablativo antes de tripularla. La alarma de Mishin estaba justificada. Los americanos se dispon1an a lanzar su primera misi;n tripulada a bordo del cohete Saturno. Pero los d1as previos a este vuelo acabar1an en tragedia, con la muerte durante unos ensayos de los tres tripulantes del Apolo1. El accidente, un injusto blsamo para las esperanzas sovi)ticas, retrasar1a dos a9os la nave Apolo. A su vez, las esperanzas de lograr el vuelo circunlunar en octubre de 1967 desaparecieron pronto. Las primeras misiones L1 no tripuladas, fracasaron. Ni el Prot;n ni la nave L1 estaban listos para rodear la Luna. LA MUERTE DE KOMAROV Los pol1ticos poco sab1an de fallos en el dise9o de las naves. Muy al contrario, el Politbur; ordenar1a la realizaci;n de una misi;n en abril que superara de una sola vez todos los logros realizados por el programa Gemini. La misi;n consistir1a en el acoplamiento en ;rbita de dos naves Soyuz (L2) y la transferencia entre ellas de parte de la tripulaci;n a trav)s de un paseo espacial. Se busc; a los ms experimentados cosmonautas para esta arriesgada misi;n. Komarov viajar1a en la Soyuz1, mientras que Bykovsky, Yeliseyev y Khrunov lo har1an un d1a despu)s en la Soyuz2. Efectuado el acoplamiento, uno de estos Cltimos realizar1a un paseo espacial para reunirse con Komarov. La Soyuz1 fue lanzada el 23 de abril de 1967, e inmediatamente despu)s empez; a tener problemas: uno de los paneles solares de la nave no se despleg;, reduciendo la potencia disponible. Adems, Komarov comenz; a experimentar dificultades con los,p-p-p- motores de orientaci;n. En este punto, se decidi; cancelar el lanzamiento de la Soyuz2. Para iniciar la maniobra de regreso y reentrada, Komarov deb1a encender un retrocohete con la nave orientada correctamente. A la tercera ocasi;n se efectu; la maniobra, pero habi)ndose consumido demasiado combustible en los intentos anteriores, Komarov no podr1a controlar la direcci;n de la cpsula durante el descenso. Para intentar estabilizarla, decidi; hacerla girar sobre su eje longitudinal. Despu)s, Komarov no pudo detener el ritmo de giro de la cpsula y cuando los paraca1das se desplegaron, los cordajes se enredaron trgicamente. La nave se estrellar1a contra el suelo a gran velocidad, provocando la muerte del cosmonauta. Los sovi)ticos optaron entonces por negar sistemticamente que el pa1s estuviera inmerso en un programa lunar. Mishin no volver1a a cometer el mismo error que provoc; la muerte de Komarov. El acoplamiento de dos naves Soyuz en ;rbita alrededor de la Tierra aCn se encontraba en sus planes, pero )ste se efectuar1a primero con naves sin tripulaci;n. Se consigui; en octubre de 1967 con el exitoso acoplamiento de la Kosmos186 y la Kosmos188. La direcci;n del proyecto preve1a ahora un aterrizaje lunar hacia 1970 y un sobrevuelo de la Luna hacia mediados de 1968. Los americanos, a consecuencia del retraso impuesto por el accidente del Apolo1, decidieron cambiar tambi)n su pol1tica. Para ganar tiempo, la NASA arriesg;: el primer SaturnoV ser1a un ejemplar completo y operativo. Los sovi)ticos no deseaban alarmar a los americanos con sus pruebas: la Zond4, primera L1 con este nombre, demostrar1a este extremo. Zond ("Sonda") era una etiqueta vigente en el programa sovi)tico. Estaba siendo utilizada para identificar a ciertas sondas interplanetarias que eran enviadas en direcci;n a los planetas. La triqui9uela despistar1a a los analistas occidentales, los cuales encontrar1an dificultades para relacionar estos vuelos con el programa tripulado lunar. Hasta la fecha se hab1an lanzado tres sondas Zond. As1 pues, la Zond4 fue lanzada a bordo de un Prot;n el 2 de marzo de 1968. El cohete funcion; bien y la cpsula cumpli; a la perfecci;n, siendo recuperada. MAXIMA TENSION Unos d1as ms tarde, el 27 de marzo, el optimismo se trunc; en tristeza: a consecuencia de un accidente de aviaci;n, mor1a Yuri Gagarin, el primer cosmonauta y uno de los l1deres del programa lunar. Sin Gagarin ni Korolev, se hab1a perdido una gran parte del esp1ritu que hab1a impulsado a todo el programa sovi)tico durante los a9os pioneros. Pero la vida continCa. Las Kosmos212 y 213, dos Soyuz lanzadas el 14 y el 15 de abril, repet1an con )xito el acoplamiento efectuado por sus antecesoras. Pocos d1as antes, se hab1a lanzado el Apolo6, el primer SaturnoV americano. Los estadounidenses se encontraban ya claramente ms avanzados y preparaban su primer vuelo tripulado Apolo. No hab1a ms remedio que acelerar el programa circunlunar. Las observaciones realizadas por los sat)lites confirmaban la existencia de un vigoroso programa lunar sovi)tico. La carrera era real. Por si fuera poco, la CIA obtuvo diversa informaci;n sobre el destino de la futura Zond5. Notificado a mediados de julio, el Presidente Johnson recomend; informar a,p-p-p- la NASA respecto a la posibilidad de que una nave sovi)tica efectuara la circunvalaci;n lunar antes que los EE.UU. La NASA aCn no hab1a realizado ningCn vuelo tripulado a bordo de la nave Apolo. Como las noticias procedentes de la URSS parec1an preocupantes, acept; modificar su plan de vuelos para 1968: si la misi;n Apolo7 se desarrollaba con normalidad, la Apolo8 viajar1a hacia la Luna. La idea era, empero, arriesgada. Ser1a el primer SaturnoV tripulado y, adems, el m;dulo lunar no se hallaba aCn listo. Por tanto, la misi;n se limitar1a a rodear la Luna y obtener una ;rbita estable (algo que los sovi)ticos no podr1an hacer nunca con su L1). El comandante del Apolo8, Borman, acept; encantado llevar a su tripulaci;n hasta Selene. Las sospechas de la CIA eran fundadas: el 14 de septiembre de 1968, se lanzaba al espacio la Zond5. Se convertir1a en la primera nave terrestre que realiz; una circunvalaci;n lunar y fue recuperada. Debido a un fallo en el sistema de orientaci;n, la reentrada sobre nuestro planeta result; ser bastante ms accidentada. La cpsula de descenso fue recuperada en el Indico, lejos del lugar previsto, despu)s de un descenso durante el cual se alcanzaron desaceleraciones de ms de 16 G y temperaturas de 13.000 C, algo que una tripulaci;n humana jams hubiera resistido. Los pr;ximos meses ser1an muy intensos. El lanzamiento del Apolo7 y sus ocupantes finaliz; con total fortuna (11 de octubre). En cambio, el primer intento de acoplamiento entre dos naves Soyuz tripuladas acabar1a en fracaso. Las Soyuz2 y 3 fueron lanzadas el 25 y el 26 de octubre, pero por algCn fallo t)cnico desconocido, el acoplamiento no fue posible. El momento de inercia pas; ahora al programa circunlunar. Si la Zond6 completaba su misi;n con )xito, podr1a intentarse un vuelo tripulado en diciembre. As1, la Zond6 despeg; hacia la Luna el 10 de noviembre. La nave rode; la Luna y fue recuperada tras su descenso sobre la Tierra. Para evitar las grandes desaceleraciones, los sovi)ticos hab1an ideado una nueva t)cnica que consist1a en hacer "rebotar" la nave sobre la atm;sfera, reduciendo la velocidad de llegada y redirigiendo el punto de reentrada para que la cpsula cayese en territorio sovi)tico. Los cosmonautas Manarov y Leonov, mientras, se preparaban para un hipot)tico viaje a bordo de la Zond7. La inspecci;n de la cpsula de descenso de la Zond6, por desgracia, acab; en sorpresa. La cpsula hab1a tomado tierra totalmente despresurizada. Era necesario solucionar este problema antes de enviar a nadie en su interior. Manarov y Leonov deber1an esperar aCn su oportunidad. En los EE.UU., la NASA desconoc1a esta circunstancia, y lo Cnico que pod1a hacer era finalizar los preparativos del despegue del Apolo8. La ventana de lanzamiento de diciembre se abr1a para la URSS antes que para los EE.UU. Para vigilar esta circunstancia, la Marina norteamericana flet; varios buques el 6 de diciembre. Los barcos observar1an cualquier lanzamiento que se produjese desde Baikonur. Dos d1as despu)s, se abr1a la ventana de lanzamiento. Otros dos d1as transcurrieron y la ventana se cerr; sin que se hubiese producido despegue alguno. El 21 de ese mismo mes, el Apolo8 despegaba y alcanzaba la ;rbita lunar de forma impecable. Un vuelo circunlunar de la URSS carec1a ahora de justificaci;n pol1tica. La capacidad propulsiva de la cosmonave L1, p-p-p- era muy inferior a la del m;dulo de servicio de la nave Apolo, lo que imped1a alcanzar una ;rbita estable alrededor de la Luna. Siendo s;lo posible la circunvalaci;n y habiendo sido )sta lograda ya por los americanos, el programa sovi)tico ten1a los d1as contados. Por ahora, la URSS deb1a acelerar su programa de aterrizaje lunar. Para ello lanz; las Soyuz4 y 5, el 14 y el 15 de enero de 1969, ambas tripuladas. Las dos naves lograron acoplarse. Yeliseyev y Khrunov, dejando a su compa9ero Volynov en la Soyuz5, realizaron un paseo espacial y penetraron en la Soyuz4, donde se hallaba Cnicamente Shatalov. Se hab1a logrado la primera transferencia de tripulaciones de la Historia. RECTA FINAL HACIA LA LUNA Y por fin le lleg; la oportunidad al lanzador N1. El 21 de febrero, el primer N1 despegaba desde Baikonur, pero el vuelo acabar1a con el choque del cohete contra el suelo. Los )xitos de los Apolo9 (3 de marzo de 1969, para probar el m;dulo lunar) y Apolo10 (18 de mayo de 1969, simulaci;n completa en ;rbita lunar) no hicieron sino acrecentar la sensaci;n de agon1a entre los dirigentes sovi)ticos. El despegue del segundo N1 se llev; a cabo el 3 de julio de 1969. El vuelo terminar1a en apenas 18 segundos: el resultado fue la completa destrucci;n de la rampa de lanzamiento y de todas las instalaciones vecinas. El desastre retrasar1a al menos otros dos a9os el programa de aterrizaje lunar. El 16 de julio, part1a desde Florida la nave espacial que revolucionar1a para siempre la Historia de la Humanidad. El Apolo11 alcanzar1a la Luna, y Armstrong y Aldrin, enfundados en sus voluminosos trajes, plantar1an sobre la superficie la bandera de los EE.UU. La carrera hab1a finalizado. En un Cltimo intento de reducir la importancia de la haza9a americana, la URSS hab1a lanzado una sonda automtica de recogida de muestras, el Luna15, pero mientras los dos h)roes se paseaban sobre el suelo lunar, la peque9a cosmonave se estrellaba a unos cientos de kil;metros de distancia. ESPERANDO EL FUTURO En este punto, las autoridades sovi)ticas podr1an haber decidido la cancelaci;n del proyecto lunar. Pero no lo hicieron. La NASA ten1a ante s1 una larga retah1la de misiones cada vez ms complejas. Un s;lo accidente y el programa americano resultar1a afectado hasta tal punto que los sovi)ticos podr1an volver a tener otra oportunidad. De este modo, el 7 de agosto de 1969, era lanzada la Zond7 en direcci;n a una trayectoria circunlunar. A su regreso, la nave estaba realmente lista para ser ocupada por cosmonautas, aunque esta disponibilidad hab1a llegado sin duda demasiado tarde. El Apolo12 (noviembre de 1969) continu; la exitosa serie americana. La esperanza sovi)tica de que algo fuese mal en el programa rival casi se hizo realidad en abril de 1970. Los astronautas del Apolo13, tras un ag;nico viaje alrededor de la Luna despu)s de una explosi;n que destruy; su m;dulo de servicio, fueron finalmente recuperados gracias a la utilizaci;n del m;dulo lunar como salvavidas espacial. El problema retras; los siguientes vuelos Apolo, que ya sent1an la adversa presi;n presupuestaria que dimanaba de la Guerra del Vietnam. La Cltima cosmonave Zond fue lanzada desde Baikonur el 20, p-p-p- de octubre de 1970. Con ella se cerraba la posibilidad de que un sovi)tico rodeara la Luna. Si lo hiciese, ser1a a bordo de un cohete N1. Por esta raz;n, se continu; probando elementos individuales del veh1culo lunar, especialmente del L3. Los lanzamientos de esta )poca estn poco documentados pero incluyen el Kosmos379 (24 de noviembre), Kosmos382 (2 de diciembre), Kosmos398 (26 de febrero de 1971), y Kosmos434 (12 de agosto de 1972), pertenecientes a pruebas del m;dulo lunar sovi)tico T2K y del motor de descenso. Los EE.UU. responder1an con la misi;n Apolo14 (febrero de 1971). Mientras se ensayaban los elementos que compondr1an la carga Ctil del cohete N1, )ste fue preparado para su tercera tentativa (27 de junio de 1971). De nuevo, acab; en explosi;n. Unos d1as despu)s, el Apolo15 reafirmaba la supremac1a americana, sigui)ndole el Apolo16 (abril de 1972). El Cltimo cohete N1 despeg; el 23 de noviembre de 1972 y, sin duda, fue el ms exitoso de todos los vuelos de la serie. A 40 km de altitud, el cohete tuvo que ser destruido. A pesar de todo, era evidente que estaban muy cerca de lograrlo. Inmediatamente, se prepararon dos N1 ms. El primero podr1a ser lanzado en agosto de 1974. La URSS tomar1a as1 el relevo de los EE.UU., que para entonces habr1an hecho su Cltimo vuelo lunar (Apolo17, diciembre de 1972). El sexto N1 podr1a ser lanzado a finales de 1974, en un vuelo posiblemente tripulado. El sistema N1 podr1a ser declarado operativo hacia 1976. Mientras tanto, el m;dulo lunar L3 ser1a modificado para permitir estancias sobre la superficie lunar de hasta 4 semanas, lo cual superar1a en mucho lo hecho por los americanos hasta entonces. El nuevo L3 estar1a listo para el per1odo 19781980. Adems, los avances en el programa espacial, unidos a la experiencia obtenida durante la utilizaci;n de las estaciones espaciales Salyut, dejar1an a la URSS en buena posici;n para intentar lo que Am)rica parec1a haber olvidado ya: el viaje a Marte y, con ello, la restauraci;n de la gloria espacial sovi)tica. Todas estas esperanzas, quiz castillos en el aire, se desmoronar1an en mayo de 1974. Glushko, antiguo rival de Korolev, sustitu1a a Mishin al frente del grupo de ingenieros que se encargaba del desarrollo del N1. Su primera acci;n fue cancelar el programa. En su lugar, iniciar1a el desarrollo de otro mastodonte que tardar1a 13 a9os en poner a punto. El Energ1a, el fruto de este renovado esfuerzo, servir1a para lanzar al transbordador espacial sovi)tico y para poner en ;rbita las piezas de una hipot)tica estaci;n Mir2. S;lo las naves Soyuz, en sucesivas versiones, han continuado hasta nuestros d1as. El programa Apolo, por su parte, se diluy; pronto en el recuerdo y Selene, para la NASA, se encuentra por ahora muy lejos. Quiz algCn d1a decidan regresar a la Luna: pero esta vez, unidos.